Alguien dejó abandonadas dos frutas
en la vereda; forma parte de mi trabajo
recoger todos los desperdicios
que los demás largan a su suerte
sin reparar en las consecuencias;
por ejemplo, estos dos seres desnudos,
enarenados, llenos de magulladuras,
que ruedan y chocan entre sí blandamente
como dos aves desmayadas,
dos amantes exhaustos, truncados,
a los que yo doy cristiana sepultura.
© José María Martínez, 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LOS JUSTOS Y LOS CREYENTES (poema)
"Me quiero asegurar que mi sombrero está bien roto y que los rayos pueden entrar en mi cabeza" (Veneno) los justos y los creyentes...
-
Bajo el nombre de Nayyirah Waheed se encuentra una poeta afroamericana muy popular en redes como Instagram o Tumblr. No hay imágenes de s...
-
Qué espeluzne-- Mi pulgar en vez de la cebolla. La punta se ha volado si no fuera por una como bisagra de piel, que cuelga ...
-
Cuiden de la persona Él / ella es frágil y propende a morir Contemplen las suaves cuencas de sus ojos, si necesitan más pruebas ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario